sábado, 7 de abril de 2012

¡Federación, replanteároslo!

Miércoles 14 de diciembre del 2011
¡FEDERACIÓN, REPLANTEÁROSLO!

Aprovechando el partido atrasado por la lluvia entre Montornés y Barberà, anoche me llegaron noticias acerca del desarrollo de este encuentro, y no son muy positivos. Otra vez, y ya van muchísimos partidos esta temporada, el Montornés no pudo acabar con 11 jugadores, de hecho ni acabaron el partido; se suspendió el “match”.

El partido estuvo marcado por un gol tempranero, producto de un penalti que causó la expulsión del portero local. 0-1 por delante en favor del Montornés, que tenía todo el partido por delante para aumentar diferencias, aprovechando la inferioridad numérica rival. No fue así, no fueron capaces de volver a marcar, y en el minuto 70 recibieron la misma medicina de la que se habían beneficiado al inicio del partido: penalti y expulsión. Ante la ejecución de la pena máxima, varios jugadores del Montornés usaron la técnica que mejor se les da: la violencia. En ese instante el terreno de juego se volvió un campo de batalla en el que jugadores, entrenadores, árbitro y afición tuvieron un papel remarcable: la persona que me ha ido informando de estos sucesos me comentó que los follones fueron originados tanto en la grada como en el campo, y que luego todo se focalizó dentro del césped. Varios aficionados y algún técnico del club del Vallès Oriental, todos personas adultas, además de algunos jugadores y técnicos, fueron partícipes directos de las peleas; partícipes directos de agredir a chavales de 16, 17 y 18 años. El colegiado tuvo que marchar corriendo ante la que se le venía encima; suerte, por lo que me comentan, que el equipo local lo refugió en el vestuario del Barberà, sino, a saber lo que podría haber pasado…

Mi opinión es clara, “que se marchen ya”, pero no creo que la FCF lo acepte, aunque no es lógico ni admisible que permitan tales actuaciones (18 expulsiones en 9 partidos, solo tres de ellas a consecuencia de lances del juego y no de agresiones). Mi opinión al respecto no se debe únicamente a estos sucesos, mis informaciones me llegan sobre los enfrentamientos no son nada precisas y, por lo tanto, no puedo hacerme una idea concreta de los hechos; sino que partido tras partido acaban obteniendo los mismos resultados: peleas. ¡En nuestras carnes ya vivimos la poca deportividad de este equipo! Igual que yo, millones de chavales juegan a fútbol (o a cualquier otro deporte) con el objetivo principal del disfrute personal por encima de los resultados (aunque también influyen y son importantes), y no estamos dispuestos a tener que jugar con el miedo o la excesiva tensión por posibles peleas. Llevo 12 años jugando a fútbol, ya he visto tantas cosas que es poco lo que me pueda sorprender, y no estoy dispuesto a tener que ir a la guerra en marzo, cuando juguemos en el campo del Montornés.

Por tanto, y a pesar de que haya gente que pueda considerar las trifulcas como “nuestro pan de cada día” o como la “salsa del fútbol regional”, el fútbol necesita gente valiente para erradicar estas violentas artimañas.

¡FEDERACIÓN, REPLANTEÁROSLO!