¿QUIÉN DICE QUE EL PORTERO NO ATACA?
¡Por fin habíamos recuperado las ganas por jugar!¡Por fin habíamos encontrado el camino del gol y el del buen juego (aunque solo fuera en los últimos minutos del partido anterior)!
Después de muchas dudas volvimos a confiar en nosotros mismos y eso fue producto del resultadismo ofrecido el sábado anterior en nuestro campo, después de marcar 7 goles todo parece un camino de rosas y, como poco, te devuelve la energía perdida en anteriores derrotas.
El partido lo dominamos los 90 minutos de juego; bueno, los últimos minutos estuvieron muy reñidos. A pesar de todo esto, cerca del minuto 40 de partido encajamos el primer gol del partido, un bonito gol de falta fruto de una falta llevada a cabo por la impotencia de unas discusiones anteriores. Y eso es otra cosa a destacar, quizás la única nota negativa del partido, aunque bastante reiterante: las discusiones entre rivales. Es cierto y lógico que ante este tipo de partidos, un Mollet-Sant Fost, el segundo partido más importante del año para nosotros por detrás de Martorelles, la sangre fluya bien caliente. ¡Pero de ahí a pelearnos en casi cada jugada!¡Si la gran mayoría somos amigos, joder! Realmente aquí se te olvida si con quien te estás enfrentando has compartido grandes momentos personales fuera del fútbol y aquí te das cuenta que los conflictos entre compañeros de la selección española en los derbis Barça-Madrid no influirán en absoluto en sus relaciones personales: estoy seguro que todos se llevarán tal cual se llevaban antes de estas famosas tánganas. Yo, al ser de tercer año y, en principio, responsable, me dediqué a intentar evitar todas estas pequeñas trifulcas, pero fue inevitable: ninguna llegó a nada, pero no fue bonito.
Dejando en el olvido estas feas actitudes, nuestro juego se transformó, era irreconocible: siempre buscamos el pase fácil y rápido; de dos toques no pasamos, y el juego en defensa moviendo la pelota de lateral a lateral pasando por ambos centrales y el portero fue el inicio de nuestras ofensivas. Fue, sin duda alguna, la salida de balón, tranquila y premeditada, desde atrás a partir de la que llegamos a atacar tan sólidamente. En la segunda parte, sin prisas por la remontada, nos encontramos con un tempranero golazo rompiendo la defensa con dos pases rápidos y seguidos entre lineas al espacio, definido con un zambombazo a una altura inalcanzable para la posición en la que se encontraba el portero. Hasta el minuto 80 nuestros ataques fueron insaciable para la defensa "molletana" y así conseguimos marcar dos goles más: 1-3 en un campo difícil y con la felicidad de habernos repuesto del mazazo inicial.
Personalmente (y creo que conjuntamente también), hacía tiempo que no celebraba unos goles con tanta alegría: dejé soltar toda mi rabia y, al estar en el banquillo cuando se marcaron los dos últimos, recordé a famosos "sprinters de la banda" como José Manuel Pinto, Josep Guardiola y, sin duda el más grande y conocido por esto, Pepe Reina; fue un éxtasis incomparable con cualquier otra sensación.
Por último, debo recordar que nuestra gran victoria fue fruto de nuestro coordinación entre juego defensivo y juego ofensivo y por eso aún me queda una pregunta, después de ver lo importante que fue nuestro portero en el ataque del equipo ¿QUIÉN DICE QUE EL PORTERO NO ATACA?